jueves, 27 de octubre de 2016

EL TRABAJO, SIMBOLISMO CENTRAL DEL GRADO DE APRENDIZ APROBADO DEL RITO PRIMITIVO (Por Germán Robles)

Resumen: Las logias de la Francmasonería Primitiva son academias de estudios para el progreso social y el trabajo es la base de la construcción social. El trabajo individual está representado por el marro, símbolo de las Cámaras de Aprendices, mientras el trabajo colectivo y colaborativo está representado por el mandil. El fin es el ideal francmasónico de progreso, simbolizado en la estrella, y los medios son los instrumentos de trabajo: la escuadra, símbolo del trabajo material, y el compás, símbolo del trabajo intelectual; y por el símbolo de la ciencia, que es un libro de Geometría. La interacción del trabajo material y del trabajo intelectual genera la cultura. Y la ciencia y la cultura son al mismo tiempo medios de consecución de los fines francmasónicos, resultados de su trabajo y un legado que se acrecienta cada generación. Los instrumentos del trabajo y de la ciencia se colocan en el ara que simboliza las obras francmasónicas. El trabajo se realiza en el taller, que es el lugar de trabajo, en el que la bóveda celestre simboliza las reuniones de trabajo libres y la cadena representa la solidaridad entre los trabajadores. Además, el trabajo del aprendiz es un trabajo activo que se aprende trabajando y que requiere su comprensión racional mediante el estudio de las ciencias, lo que comienza con la Historia y la Antropología para conocer el medio y adoptar una posición para cambiarlo. Terminada la capacitación de aprendiz vendrán los estudios científicos del grado de compañero.


Las logias de la Francmasonería Primitiva son academias de estudios para el progreso social, que tradicionalmente han tomado a los gremios de masones operativos como modelo a seguir para su organización y para el desenvolvimiento de sus actividades, por lo que el aprendizaje tiene carácter activo y se lo efectúa trabajando, bajo la concepción de que se alcanzará el progreso de la sociedad cuando mediante el cambio social se logre que el trabajo deje de ser medio de explotación y se convierta en mecanismo de autorrealización y de colaboración para el bienestar general. Para este propósito, los símbolos aportan con un mensaje visual que configura un discurso básico que establece que el trabajo constituye el centro en torno al cual gira el Grado de Aprendiz Aprobado, lo que también tiene validez respecto de la globalidad del Rito, dado que este grado de capacitación además de sus objetivos y estudios específicos cumple una función propedéutica o preparatoria respecto de los demás grados de la estructura académica de la Francmasonería Primitiva.


Con esta aclaración cobra mayor importancia que en el grado de Aprendiz Aprobado el mensaje principal sea que el TRABAJO es la base de la construcción social. Pero para esto, el discurso del Rito Primitivo tiene su propia interpretación de los símbolos y establece una especial interrelación entre ellos, lo que da riqueza al simbolismo general del trabajo francmasónico en función de la CONSTRUCCIÓN SOCIAL, relacionando la actividad laboral con el propósito constructivo.


El TRABAJO INDIVIDUAL está representado por el MARRO o mazo como instrumento a ser utilizado para el desbastamiento de la piedra bruta, al que se da tal importancia que constituye el símbolo representativo de las Cámaras de Aprendices Iniciados y Aprendices Aprobados, por lo que en la apertura de los trabajos de estas Cámaras el hermano de menor edad masónica lo coloca en el ara por pedido del Maestro Presidente.


Pero este trabajo individual se efectúa también en función de la construcción social, es decir del perfeccionamiento social que está implícito en el ideal francmasónico de progreso, por lo que además de cumplir su propósito particular debe aportar al TRABAJO COLECTIVO simbolizado por el MANDIL.


El mandil recuerda la vestimenta de protección del aprendiz operativo cuando realiza su trabajo individual sobre todo utilizando el marro, lo que representa la protección fraternal que la Logia da a sus miembros siempre que sus actuaciones sean correctas, y lleva a que la representación general del trabajo que usualmente se atribuye al mandil asuma carácter colectivo y colaborativo. A esto se añade que su cordón equivale a una pequeña cadena de unión y que el uso del mandil por parte de todos los obreros los uniforma, generando un sentido de pertenencia al gremio francmasónico.


Este trabajo individual y colectivo tiene una FINALIDAD en la sociedad, la que se la simboliza con la ESTRELLA, que representa el ideal francmasónico de PROGRESO social y de la humanidad, pues ella insinúa la figura que forma el ser humano que abre sus extremidades como acto de entrega a la sociedad. Esta estrella que nos recuerda la Estrella Polar como punto fijo en el cielo, que fue utilizada como guía por marinos de otros tiempos a fin de no perderse, sirve como símbolo de las finalidades francmasónicas superiores para no perderlas de vista en ningún momento.


Pero estas finalidades requieren como complemento indispensable de unos medios que permitan alcanzarlas. Estos MEDIOS están representados en los INSTRUMENTOS DEL TRABAJO, que son la ESCUADRA, herramienta del TRABAJO MATERIAL y el compás, instrumento del TRABAJO INTELECTUAL, y por el SÍMBOLO DE LA CIENCIA, que es un LIBRO DE GEOMETRÍA. Y se considera que la interacción del trabajo material e intelectual genera la CULTURA, por lo que CIENCIA Y CULTURA son los medios utilizados para la consecución de los fines francmasónicos de progreso.


Además, la ciencia y la cultura son el más preciado LEGADO que se transmite de una generación a otra y se incrementan con cada nueva generación. Por esto se colocan en el ARA los instrumentos del trabajo y el símbolo de la ciencia y ante ellos se recibe a los visitantes, ya que el ara representa las OBRAS de la Francmasonería.


Este mensaje transmitido por medio de estos símbolos, que centra la realización de los ideales de progreso en la ciencia y en la cultura, producida por la interacción entre el trabajo material e intelectual, resulta una expresión importante de la concepción humanista francmasónica.


Otro aspecto importante es que el trabajo francmasónico se desarrolla en forma real y simbólica en un TALLER, nombre que se da al lugar abierto o cerrado, provisto o desprovisto de todas las herramientas y símbolos francmasónicos, incluso apoyado y en ocasiones reemplazado por las modernas tecnologías de las comunicaciones. En él, el mandil como símbolo del trabajo de los obreros y los instrumentos y símbolos colocados en el Ara, son los que tienen carácter indispensable, ya que ellos resumen y en su conjunto abarcan todo el legado de la obra francmasónica de generaciones, la ciencia y la cultura, y los medios necesarios para desarrollarlas e incrementarlas mediante el trabajo material, intelectual y colaborativo, que además puntualizan la representación de los objetivos del grado en que se desarrollan los trabajos. De esta manera el taller, con todos los símbolos o solo con los del ara, no tiene el carácter de templo sino de lugar de trabajo de los obreros de la Francmasonería Primitiva identificados por sus mandiles, los que constituyen la Logia como una asociación o corporación de trabajadores dedicados efectivamente a trabajar, la cual es una especie de persona moral que existe no solo cuando sus miembros están reunidos sino en forma permanente mientras tenga integrantes y fundamentalmente mientras ellos se dediquen individual y colectivamente a trabajar en pos de los fines francmasónicos.


En el taller reina la solidaridad entre los trabajadores que laboran en él, la que suele estar representada por una CADENA, cuyos eslabones simbolizan a cada uno de los miembros de la Francmasonería. Además como quienes conforman la Logia son hombres y mujeres libres, que realizan su trabajo en un ambiente de libertad, la que caracteriza a las reuniones francmasónicas con el fin de tratar y resolver sobre los asuntos relacionados con su trabajo, esto se representa por la BÓVEDA CELESTE. Pero también, como es un ambiente que brinda protección, esta se encuentra representada por el carácter simbólicamente femenino de la COLUMNA JÓNICA de los aprendices, ubicada en el Norte.


Lo expuesto se resume así:




Símbolos del trabajo en 1° del Rito Primitivo


Pero como el trabajo francmasónico se aprende, se comienzan los estudios de este grado como Aprendiz Iniciado y se los culmina como Aprendiz Aprobado, luego de un proceso de aprendizaje activo, que consiste en aprender a trabajar trabajando. Pero para el cumplimiento de este trabajo es necesario comprenderlo racionalmente, descubriendo el porqué de las cosas mediante las respuestas que da la ciencia, la que se convierte en materia de estudio y capacitación en función del trabajo y por esto, junto con los instrumentos del trabajo también encontramos el Libro de Geometría, símbolo general de la ciencia, y dos figuras geométricas importantes: la estrella que simboliza el progreso y el triángulo, que es la figura indeformable más simple y simboliza la estabilidad y la firmeza necesarias para realizar el trabajo.


Los estudios científicos del grado comienzan con los de Historia y Antropología, con el propósito de facilitar al Aprendiz Iniciado la comprensión del medio en el que se desenvolverá y para el cual efectuará su trabajo, especialmente las estructuras, la temporalidad, las costumbres, las culturas y las religiones, para que desarrolle una actitud francmasónica antidogmática pero tolerante, que sea capaz de anticiparse a circunstancias cambiantes.


Es esta relación entre trabajo, estudio y realidad social la que permitirá a los Aprendices Iniciados comprender que su labor individual y colectiva es una acción que modifica el medio con el que se relacionan y que el trabajo francmasónico tiene como propósito la transformación de los individuos y de la sociedad, lo que no puede ser neutral, imparcial y apolítico, sino todo lo contrario, y que esta comprensión les llevará poco a poco a asumir libremente una postura y un compromiso, a partir de la identificación de las circunstancias que hacen que el trabajo sea un medio de explotación o de liberación.


Posteriormente, los conocimientos y experiencias adquiridos en el Grado de Aprendiz Aprobado tendrán su pleno desarrollo y continuación en los estudios epistemológicos y científicos del grado de Compañero Aprobado, para el cumplimiento de los objetivos de este nuevo grado, al que solo accederá quien se haya convertido en un trabajador debidamente capacitado, luego del proceso de aprendizaje en una Logia de Capacitación.



Fuente: https://academiafrancmasonicaecuatoriana.wordpress.com/2015/06/10/el-trabajo-simbolismo-central-del-grado-de-aprendiz-aprobado-del-rito-primitivo/#more-520

IMPLICACIÓN ACTUAL DEL PRIMER GRADO DEL RITO PRIMITIVO (Por Pedro Guayacán)

Resumen: Parte de la aceptación de que la masonería progresista comporta compromiso social y participación política para el mejoramiento social, mediante la formulación de proyectos realizables, el análisis objetivo de la realidad, la eliminación de viejos moldes de pensamiento, la formulación de nuevos ideales y un nuevo ordenamiento mundial, para todo lo cual el mejor camino es la educación por distintos medios. El aprendiz iniciado debe interiorizar y practicar estos principios y cultivar como valores la honestidad, el estudio y la investigación, la fraternidad y la solidaridad, la dignidad y la altivez. El Rito Primitivo utiliza los símbolos del trabajo, adecuados a sus objetivos transformadores del templo social. Para esto escoge los materiales, por lo que investiga su naturaleza conociéndose a sí mismo, para auto revelar su personalidad, auto realizarse y perfeccionarse, lo que comporta una vinculación con el pasado (conocer la historia), el presente (análisis de estructuras) y el futuro (ideales y definición de objetivos y medios para alcanzarlos).


1. Partimos de la comprensión y aceptación de que la masonería progresista comporta compromiso social, entendido esto como el deber de los/as masones/as de participar activamente en una política militante, en toda tarea que signifique mejoramiento de la sociedad, desde los siguientes principios fundamentales:


a). Alejamiento de toda utopía (formulación de proyectos irrealizables). El enunciado no alude, obviamente, a la concepción de Utopía como un ideal en pos del cual los sectores más avanzados de la Humanidad caminan. El objetivo de liberación integral –material y espiritual- es propio de los masones progresistas. Sin embargo, es en relación con las realizaciones concretas que vamos en pos de lo realizable.


b). En su lugar, pues, análisis objetivo de la realidad y formulación de metas factibles de alcanzar, tendientes a la implantación de una sociedad equitativa, justa, sin explotación del trabajo humano; sin agresión a la Naturaleza; laica y respetuosa de los derechos humanos; implicada en la búsqueda de la verdad, desde la ciencia; y preocupada del cultivo de las artes, manifestación humanista que eleva la condición del ser humano.


c). Destrucción de los viejos moldes de pensamiento, aquéllos que cultivan aberraciones como: el fanatismo religioso o político, el dogmatismo, la segregación, la exclusión, el racismo, los privilegios sociales.


d). La construcción de nuevos ideales, nuevos paradigmas que generen: el espíritu fraternal y solidario; el respeto al pensamiento ajeno; el diálogo constructivo; el amor a la ciencia, a la investigación de la realidad objetiva natural y social; la igualdad de derechos y deberes dentro de la diversidad; el amor y respeto a la Naturaleza.


e). Propiciar la creación de un nuevo orden universal, fundamentado en el derecho de los pueblos y las naciones a su autodeterminación y, consecuentemente, su colaboración mutua para lograrlo; y el rechazo a las guerras de agresión y de conquista por parte de las naciones grandes y poderosas a la pequeñas y débiles y la lucha conducente a su erradicación.


f). Para alcanzar estos objetivos, considera que el mejor camino y el más idóneo instrumento es la educación de las generaciones, tanto en el sistema escolarizado, como desde la iniciativa de las organizaciones sociales: políticas, culturales, deportivas, artísticas.


2. El Aprendiz iniciado, para serlo, debe interiorizar en su mente, en su conciencia estos principios y ponerlos en práctica, en el decurso de su primera etapa de vida masónica, como base de toda su formación ulterior.


3. Los valores que el aprendiz iniciado debe, concomitantemente, cultivar son:


a). Una honestidad a toda prueba, y una rectitud en su comportamiento cuotidiano, lo mismo en su hogar que en los espacios: laboral, cultural, político, etc. en que se desenvuelve.


b). Una abnegación en el estudio y la investigación, que le permitan entender a cabalidad el mundo inmediato y el universo global, en una comprensión holística del mismo. Y, para el efecto, una organización sistematizada de tiempos y espacios que le permitan llevar a cabo un proceso ordenado, ascendente.


c). Un comportamiento fraternal, solidario y de colaboración con todos/as sus HH y todos los miembros de la sociedad que requieran de su concurso.


d). Un comportamiento digno, altivo, que se exprese en rechazo a cualquier humillación o atentado a su integridad y a su dignidad, al tiempo que modesto y humilde, que le permitan participar en toda actividad legítima hacia el cumplimiento de los objetivos de la Fraternidad Masónica.


4. El Rito Primitivo echa mano de los símbolos del trabajo que usaron los masones operativos, pero los adecua a su naturaleza especulativa, o más propiamente a sus objetivos transformadores del templo social.


Para el efecto, al igual que en el caso de los constructores de catedrales, el masón de nuestra contemporaneidad, escoge los materiales que ha de usar. Lo hace, no obstante, de modo que los materiales escogidos –y a diferencia del masón operativo de la Edad Media– puedan cambiar su naturaleza, evolucionar, servir para las distintas etapas de la construcción (mientras que en la construcción de catedrales, sólo servían para una etapa). El primer paso que el masón aprendiz ha de dar, en el escogitamiento de los materiales, es la investigación de su propia naturaleza, lo que corresponde a la sentencia: “conócete a ti mismo”, condición indispensable junto con el conocimiento de la naturaleza de la obra en cuya construcción va a participar.


Esto significa llegar a tener conciencia de su propia personalidad. Y hacerlo desde el análisis objetivo de todas sus aristas: positivas y negativas, hacia el cumplimiento de 3 metas fundamentales:


La auto revelación de la personalidad,


La autorrealización y


El perfeccionamiento.


Lo que comporta una estrecha vinculación con el pasado, el presente y el futuro.


Con el pasado, a fin de reconocer las fuentes, los orígenes, los aportes enriquecedores de nuestra propia personalidad; al mismo tiempo que los prejuicios, los dogmas que la han aherrojado, y de los que se va liberando a partir de la Iniciación.


Con el presente, por medio de su inmersión en él, su conocimiento y las acciones referidas a su plena realización.


Con el futuro, a través de los ideales masónicos, siempre liberadores, plasmados en la trilogía de: Libertad, Igualdad y Fraternidad.


a. Con el Pasado. Interesa, en primer lugar, el conocimiento de nuestra Historia, la trayectoria de la nación, sus luces y sus tinieblas; el origen de las religiones, para entender la causa de su aparición, los dogmas que las caracterizan y su papel en la dominación de las mentes. Las estructuras materiales, económicas y su correlato, las superestructuras: cultural, legal, política.


b. Con el presente. El análisis objetivo de dichas estructuras y superestructuras vigentes en nuestra contemporaneidad.


c. Con el futuro. La formulación de los grandes objetivos y los instrumentos y herramientas para alcanzarlos.



Fuente: https://academiafrancmasonicaecuatoriana.wordpress.com/2014/03/27/implicacion-del-primer-grado/#more-127