viernes, 14 de octubre de 2016

JOSÉ DE ANTEPARA (Por Pedro Saad Herrería)

Resumen: Propuesta para que una nueva Logia de la A.F.E. lleve el nombre de José de Antepara, amigo de Miranda y hermano de la Logia de los Caballeros Racionales de Londres, con quien fundaron el periódico El Colombiano y participaron en la fracasada expedición invasora. Además Antepara recopiló y publicó los escritos de Miranda. El obituario escrito por Olmedo menciona que tenía 33 años de edad, pese a conocer que tenía 52, por lo que al parecer se trata de una referencia masónica que podría corresponder a diversos grados y ritos, o a todos ellos. Reproduce el texto de un facsímil de El Patriota de Guayaquil de 1821 referido a su muerte y en el que constan sus “33 años de su edad”. Se refiere a las dos versiones de su fallecimiento, cualquiera de ellas heroica, y se cuestiona, ética y políticamente, cuál es el deber primordial de un revolucionario, que puede aportar más con sus luces intelectuales que con sus dotes de soldado bisoño, y cita los casos de Martí y, dadas las circunstancias, del Che Guevara. Termina afirmando que Antepara es uno de los modelos que se ha propuesto seguir y firma intercalando su nombre simbólico en su nombre real.

En cuanto a la conformación de otra Logia (1), de decidirse que así sea, propongo adoptar para ella el nombre del Q:. H:. José María de Antepara y Arenaza, nacido en Guayaquil el 2 de marzo de 1770 y caído en la acción de armas de Huachi, en diciembre de 1821 (la batalla es habitualmente conocida como Segundo Huachi, para distinguirla del combate del año anterior). Lo que conocemos de la vida masónica del H:. Antepara es suficiente para que le demos esta distinción…

Fue amigo y compañero de Miranda en Londres, y juntos militaron en la L:. de los Caballeros Racionales en esa ciudad; juntos crearon el periódico “El Colombiano” (1810), que fue el primer escrito donde se adoptó el nombre de “Colombia”; juntos vinieron en la fracasada expedición invasora que organizó el Precursor, y fue Antepara el primero en recopilar los escritos de Miranda y publicarlos con el nombre de ambos bajo el título de “South American Emancipation” (publicado en Londres, en idioma inglés), como autor figura allí mismo “by José de Antepara, a native of Guayaquil”.

Es claro que el Q:. H:. Antepara se mantuvo en la O:. y ¿llegó incluso al grado 33?, pues en el obituario que le dedicó el periódico “El Patriota de Guayaquil” (28 de diciembre de 1821), su autor, el Q:. H:. José Joaquín de Olmedo, dejó constancia de un registro inequívoco, pues habla de su muerte “a los 33 años de su edad”, cuando al momento Antepara tenía 52 años de vida terrena (y Olmedo, que lo conocía de muy antiguo, lo sabía perfectamente bien), que fue el dato que llevó a la equivocación que muy luego cometería don Camilo Destruge (nunca iniciado en nuestra O:.) quien tomó literalmente aquello de los 33 años, y confundió a nuestro Hermano con su sobrino, llamado también José María.

En cuanto a cómo entender “33”, creo (creo porque quiero creer y, como soy ateo, para mí las creencias y la voluntad de adquirirlas o son sinónimos o no significan nada) que unos tipos como Bolívar, Sucre, Olmedo o Antepara (peor aun hallándose en trance de guerra) no iban a detenerse en nimiedades de detalles ritualísticos. Proclamo, pues, con mi mente y ante mi corazón que los 33 años del Q:.H:. José María de Antepara corresponden al de Caballero Rosacruz, al de Soberano Gran Inspector General y, sobre todo, al de Gran Arquitecto del Rito Primitivo. Todos juntos. Como el otro Gran Arquitecto (el del Universo) quiso que estuviéramos los hombres de buena voluntad y criadillas en su sitio. (2)

Tengo ante mis ojos un facsímil del Nº 5 (II Semestre) de El Patriota de Guayaquil, que circuló el sábado 22 de diciembre de 1821. Prácticamente la mitad del número (4 páginas) está dedicada a la batalla de “Guachi” (sic) y a la personalidad de nuestro hermano.

Transcribo esta última parte, tratando de reproducir la tipografía…

“NECROLOGIA.
EXEQUIAS FUNEBRES
que han celebrado los amigos de
D. JOSE ANTEPARA
a su triste y honorable memoria.

“Hasta ahora nadie ha podido definir si los sentimientos del corazón del hombre se forman por la naturaleza o por la educación. En un siglo corrompido; en un país esclavo, a pesar de los grillos que los tiranos impusieron a nuestra razón, Antepara se ha formado un alma elevada, que ni el temor ni el dolor doblegaron jamás. ¿Quién hay, de todos los que le conocieron, que no hubiese visto su energía contra los enemigos y su humanidad con los desgraciados? Antepara reunió en su persona la severidad de un esparciata, la generosidad de un romano, la ilustración de un ateniense y la bondad de un americano. Su memoria será siempre amada de los buenos de Guayaquil, y ni los mismos españoles que habitan con nosotros podrán recordarla sin lágrimas.

“En el 9 de octubre de 820, él ha sido uno de los que cooperaron con sus consejos y entusiasmo a la libertad de su Patria. Nombrado miembro de la Junta de Vigilancia, consoló a aquellos a quienes la codicia, el temor o la ignorancia amagaron sin distinción; creado después Teniente y Secretario Militar, ha llenado sus funciones con celo. Fue nombrado Fiscal en el Consejo de Guerra Permanente, y es allí donde ha brillado más su humanidad y la dulzura de su carácter. Era hombre de Corte, enemigo acérrimo de la injusticia y de la adulación; el cielo no le había destinado para morir en la guerra; pero él, demasiado sensible a la más pequeña insinuación que tocase a su honor, marchó bastante enfermo a la campaña de Guachi, donde un cúmulo de asesinos le arrancó la vida después de la acción.*

“Murió el filósofo; la humanidad llora su muerte; y su sangre inocente, que ha caído sobre nuestros enemigos, será el baldón de los españoles que le asesinaron rendido.* Su Patria y sus amigos gimen por él y gemirán eternamente.

“Se le han celebrado honras el 20 del corriente. Un túmulo sencillo y decente, como fue su vida, ocupaba el fondo del templo; las columnas y el pavimento estaban enlutados y cubierto éste de blandones y hacheros. Encima del túmulo se hallaba colocado un sepulcro y en su pedestal se leía esta inscripción:

AL DIOS DE LOS EJERCITOS
AQUI YACE D. JOSE ANTEPARA
CONDECORADO CON LA MEDALLA
DE LOS LIBERTADORES DE SU PATRIA

MURIO COMBATIENDO POR LA LIBERTAD
EN LOS CAMPOS DE GUACHI
A LOS 33. AÑOS DE SU EDAD

HONOR. PROBIDAD. COSTUMBRES.
TODAS LAS VIRTUDES REPUBLICANAS
ARDIAN EN SU SENO.

SU PATRIA LLOROSA Y SUS AMIGOS
LEVANTAN ESTE MONUMENTO A SU MEMORIA

AÑO DE 1821“

Hasta aquí la transcripción de El Patriota de Guayaquil.

Los asteriscos hacen mención a que existen dos versiones sobre la forma concreta de su muerte. La una es ésta que aquí consta. La otra (recogida por Camilo Destruge) consiste en la narración del combate, en el cual nuestro Hermano Antepara (que actuaba como ayuda de campo del para entonces general Antonio José de Sucre) se presentó como voluntario para llevar un mensaje del general a otro oficial en una zona distante del campo de batalla, para lo cual emprendió el galope, y fue interrumpido en la mitad de su carrera por las descargas de fusilería del enemigo, que segaron su vida.

Queda claro que, independientemente de cuál haya sido la forma concreta de su muerte, nuestro H:. Antepara cayó como un héroe, aunque siempre nos quedara la duda ética y política acerca de cuál es el deber primordial de un revolucionario que puede aportar más con sus luces intelectuales que con sus dotes de soldado bisoño, como fue el caso de él, de nuestro Hermano José Martí, caído también en el primer combate en el que tomaba parte o del propio Che Guevara –él sí un guerrero– que marchó a combatir en Bolivia, a 4,000 metros de altitud, cuando ni su edad ni su asma lo facultaban para ello.

La mención hecha por El Patriota a “la pequeña insinuación” que tocaba su honor, hace referencia indudable a los comentarios hechos por el militarote (aunque buen patriota) Gregorio Escobedo, quien se vio “obligado” a compartir el mando luego del 9 de octubre con los civiles Antepara y Olmedo.

¡Gracias por interesarse por nuestro querido hermano Antepara, a quien considero uno de los modelos que me he propuesto seguir!

Pedro Ignacio Saad Romero (3)

Notas:

(1) Este artículo reproduce fragmentos de correos del querido hermano Pedro Saad de 11 de enero de 2010, en los que sustenta su propuesta de que una nueva logia de la Academia Francmasónica Ecuatoriana lleve el nombre de José de Antepara.

(2) En el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, la edad de “33 años” corresponde al grado 18 Caballero Rosacruz, mientras la edad de “33 años cumplidos” corresponde al 33 y último grado Soberano Gran Inspector General. En el Rito Primitivo la edad de “33 años” corresponde tanto al IX y último grado de Gran Arquitecto como a los miembros del Supremo Consejo. La opinión del autor sobre que dicha edad pudo corresponder a todos estos grados y ritos no se contrapone ni con el carácter acumulativo de los grados ni con la costumbre de pertenecer al mismo tiempo a logias de distintos ritos, teniendo las lautarinas o primitivas de la época carácter secreto.

(3) El autor suscribe como “Pedro Ignacio Saad Romero”, intercalando su nombre simbólico Ignacio Romero en su nombre real Pedro Saad.



FUENTE: https://academiafrancmasonicaecuatoriana.wordpress.com/2010/01/11/jose-de-antepara/#more-235